Como ya os vengo comentando en otras entradas, y sin intención de ser alarmista, estamos viendo como actualmente el clima se vuelve mas devastador, donde antes apenas llovía ahora diluvia, donde una tormenta antigua era solo eso, una tormenta ahora se convierte en tornados, y así podemos ver todos los días en las noticias, imágenes sobrecogedoras de diversas catástrofes.
Antes pocos países contaban con sistemas para detecciones de tsunamis o tornados, ahora muchos países se suman a este tipo de sistemas, para poder prever en medida de los posible estos acontecimientos.
De hecho España hace siete años junto a 36 países comenzó a desarrollar el Sistema de Alerta de "Tsunami" en el Atlántico Noreste, el Mediterráneo y sus Mares Adyacentes,ya que en Europa y el Mediterráneo no existía un sistema de alerta temprana de maremotos a diferencia de los océanos Pacífico e Índico, y en el Mar Caribe.
España es el país de Europa más expuesto y vulnerable a tsunamis.
El mayor maremoto que ha sufrido la Península Ibérica fue el generado por el terremoto que en 1755 destruyó Lisboa. El seísmo de 8,5 grados en la falla de Azores-Gibraltar generó olas de 22 a 27 metros que en las costas de Huelva dejaron más 1.000 muertos.
Los expertos estiman que este tipo de seismos de gran intensidad en el Atlántico se pueden producir cada 450 años. El Instituto Geográfico calculó en 1996 que un maremoto como el de 1775, solo en Huelva afectaría ahora a 113.000 personas y 35.000 viviendas y causaría pérdidas de 2.100 millones de euros al inundar 23.000 hectáreas.
Los cambios repentinos del clima que hemos presenciado en los últimos años podrían ser la advertencia de un trágico desastre global. Los huracanes, terremotos y olas de calor se hacen cada vez más fuertes y algunos científicos están convencidos de que estas señales podrían llevar al planeta a una nueva era glaciar. Ha pasado ya antes pero, ¿podría repetirse.
Continuara.................
Antes pocos países contaban con sistemas para detecciones de tsunamis o tornados, ahora muchos países se suman a este tipo de sistemas, para poder prever en medida de los posible estos acontecimientos.
De hecho España hace siete años junto a 36 países comenzó a desarrollar el Sistema de Alerta de "Tsunami" en el Atlántico Noreste, el Mediterráneo y sus Mares Adyacentes,ya que en Europa y el Mediterráneo no existía un sistema de alerta temprana de maremotos a diferencia de los océanos Pacífico e Índico, y en el Mar Caribe.
España es el país de Europa más expuesto y vulnerable a tsunamis.
El mayor maremoto que ha sufrido la Península Ibérica fue el generado por el terremoto que en 1755 destruyó Lisboa. El seísmo de 8,5 grados en la falla de Azores-Gibraltar generó olas de 22 a 27 metros que en las costas de Huelva dejaron más 1.000 muertos.
Los expertos estiman que este tipo de seismos de gran intensidad en el Atlántico se pueden producir cada 450 años. El Instituto Geográfico calculó en 1996 que un maremoto como el de 1775, solo en Huelva afectaría ahora a 113.000 personas y 35.000 viviendas y causaría pérdidas de 2.100 millones de euros al inundar 23.000 hectáreas.
Los cambios repentinos del clima que hemos presenciado en los últimos años podrían ser la advertencia de un trágico desastre global. Los huracanes, terremotos y olas de calor se hacen cada vez más fuertes y algunos científicos están convencidos de que estas señales podrían llevar al planeta a una nueva era glaciar. Ha pasado ya antes pero, ¿podría repetirse.
Continuara.................
Comentarios