Ciudades en el olvido

Seguimos con ciudades en el abandono.

 Oradour-sur-glane (Francia)

 Oradour-sur-Glan es una ciudad en el oeste-centro de Francia.

 Durante años esta ciudad era escenario del horror mas increíble, durante la Segunda Guerra Mundial, los residentes fueron masacrados por soldados alemanes como castigo a la resistencia francesa. Los alemanes habían previsto inicialmente para apuntar cerca de Oradour-sur-Vayres y equivocadamente invadieron Oradour-sur-Glane.

 El pueblo original fue destruida el 10 de junio de 1944, cuando los nazis metódicamente rodearon a toda la población de 642 habitantes del pueblo. Las mujeres y los niños fueron conducidos a la iglesia del pueblo, donde fueron gaseados y ametrallados. Las placas marcan el lugar donde los hombres de la ciudad se agruparon y se ejecutaron. El pueblo fue entonces incendiado,y sus víctimas quedaron bajo un manto de cenizas.
 Un pueblo nuevo fue construido después de la guerra en un sitio cercano y el original se ha mantenido como un monumento. Sus ruinas siguen en pie hoy en día como un memorial a los muertos y un recordatorio de los acontecimientos que tuvieron lugar.






Humberstone (Chile) En 1872, Guillermo Wendell fundó la Empresa de Extracción salitre "obras de Santa Laura" en el mismo año la "Compañía Perú nitratos" fue fundada.

 Ambas obras crecieron rápidamente, convirtiéndose en ciudades ocupadas, se caracteriza por los edificios en el precioso estilo Inglés. El modelo económico se derrumbó durante la Gran Depresión de 1929 debido al desarrollo de la síntesis de amoniaco, lo que condujo a la producción industrial de fertilizantes.

Ambas obras fueron abandonadas en 1960 y en 1970, después de convertirse en pueblos fantasmas, que fueron declarados monumentos nacionales y se abrió al turismo. En 2005 fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

 La ciudad se quedo tal cual, la dejaron sus últimos residentes ,con el desierto usurpando sus casas, aunque las fabricas conservan aun algunas de sus maquinarias colegios vacíos, teatros, incluso la piscina conserva aun su trampolín.






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