Desapariciones misteriosas.....El niño de Somosierra

Durante la noche de San Juan de 1986, se produjo la desaparición más enigmática acaecida hasta la fecha en España.
La desaparición de un niño de 10 años,Juan Pedro Martínez Gómez (llamado desde entonces "El niño de Somosierra) tragado por la nada, después de un impresionante accidente de tráfico entre las provincias de Madrid y Segovia, concretamente a la altura de Somosierra.

Este caso en su momento fue considerado por la INTERPOL (organización internacional de la policía criminal) el caso más extraño de Europa.


 Pero remontémonos a los hechos:Son las primeras horas del día en Somosierra (Madrid) cuando un camión Volvo F-12, dispuesto a transportar una cisterna con 20.000 litros de ácido sulfúrico óleum, dispuso su marcha desde la localidad murciana de Las Cánovas hasta Bilbao, para desembarcar su mercancía en una empresa petroquímica.

Al volante, el conductor profesional Andrés Martínez, al que acompañaban su esposa, Carmen Gómez, y el hijo de éstos, Juan Pedro Martínez Gómez. El Volvo F-12 repostó en la venta del Olivo, muy próximo a la localidad murciana de Cieza, y emprendió la marcha hasta la localidad de Las Pedroñeras, en Cuenca. A las 0:12 horas, la familia fue vista por el personal de la gasolinera. Después de echar una cabezada en una zona de descanso, volvieron a la carretera nacional 301 hasta Madrid. A las 5:30 de la madrugada, realizaron su última parada. El lugar elegido fue el mesón Aragón, en el término de Cabanillas, a pie del puerto de Somosierra  según un camarero al que se le tomo declaración el niño iba con ellos , a partir de ahí empieza el enigma. Pero sigamos.....Tras atravesar el pueblo, el camión se dispone a bajar el puerto de montaña, empieza una bajada prolongada.,  empieza también una dramática historia que a día de hoy aún no se ha resuelto
 Poco a poco el camión va recorriendo el complicado trazado,pero para un coche no presenta mayor dificultad, porque ese puerto de montaña es toda una prueba de fuego para los camiones y más en aquellos tiempos en que los frenos no eran tan sofisticados cómo lo son en la actualidad.
 Justo en el punto en que empieza una curva a la derecha y de tres carriles pasa a dos. Los frenos del camión parece ser que pierden efectividad,poco después se encuentra un pequeño zig-zag ( derecha e izquierda)para acabar perdiendo el control del camión, chocando violentamente contra otro camión que venía de frente.
Se dice que iba a unos 140 km/h en ese momento. Los 20.000 litros que llevaba el remolque son esparcidos por la carretera y llegan hasta el río Duratón.
Hasta aquí la crónica del suceso


 Una vez la Guardia Civil hubo identificado los dos cadáveres, tocaba la parte mas dura, la de comunicar el fallecimiento a los familiares. Pero en esta ocasión la sorpresa seria mayúscula cuando uno de los familiares preguntó: "¿Y cómo está el niño? ¡Por favor, dígame que mi nieto está bien!". "¿El niño? ¿Qué niño? !En ese camión no viajaba ningún niño, señora! logró contestar el miembro de la Benemérita.

 Había un tercer ocupante de aquel siniestro del que no se encontraban ni rastro por aquella zona. Sólo una goma de la zapatilla que según creen, llevaba el jovencísimo Juan Pedro en aquel desafortunado viaje.
 Se buscó por toda la cabina alguna mínima pista, se repartieron miles de carteles con la foto de Juan Pedro, e incluso se experimentó con el ácido para comprobar si éste fue el causante de una hipotética disolución, extremo que los expertos químicos desecharon por completo, no existía rastro de Juan Pedro.

 Pero el relato más curioso y enigmático del caso, es el de dos pastores de la zona que fueron testigos del accidente y que así se lo hicieron saber a las autoridades. Estos dos vecinos de la zona atestiguaron que inmediatamente después del accidente y aprovechando la confusión y el caos propio del suceso, observaron a dos individuos de una altura considerable, de tez blanquecina y engullidos en unas batas blancas que les llegaban hasta los tobillos, salir de una furgoneta blanca, tipo Nissan Vanette, acercarse a la cabina del camión y posteriormente llevarse un gran bulto.


 Más de 20 años después todavía aún se podía  ver los restos de cal que se utilizaron para neutralizar los 20.000 litros del ácido sulfúrico que cayeron del camión.

 Nunca se sabrá después de mirar el tacógrafo porque ese camión hizo 12 inexplicables paradas en un espacio de tiempo tan corto, justo antes del fatídico accidente.
 Ni nunca se supo nada de aquella Nissan Vanette ni de esas dos supuestas personas que se llevaron al niño.

Pero tampoco se supo que ocurrió verdaderamente con Juan Pedro Martínez Gómez; el niño de Somosierra.

Os dejo un enlace del programa cuarto milenio donde hablaron del caso.




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