El orfanato del terror

El apellido Duplessis se recordará siempre en Canadá, no porque fuera el de un Primer Ministro de Québec sino por los miles de niños inocentes que fueron víctimas de la corrupción estatal, pero especialmente de las del clero católico.


 Durante el mandato de Maurice Duplessis –Primer Ministro de Quebec en los años 1940 y 1950- un número alarmante de niños completamente sanos, que vivían en orfanatos católicos, fueron diagnosticados como personas mentalmente incompetentes y como pacientes psicóticos.

Esos niños vivieron una pesadilla y fueron sometidos a terribles pruebas médicas, con un solo objetivo: obtener dinero de ayudas fiscales gubernamentales, y en ese macabro, corrupto y degenerado complot participó consciente y voluntariamente el clero católico canadiense; confirmando que por dinero, la gran ramificación vaticana está dispuesta a hacer lo que sea; incluso torturar, violar y matar niños inocentes. 

Muchos de estos niños huérfano terminaron mal: sufrieron lobotomías, electrochoques, habituales camisas de fuerza y abusos, quedó grabada en sus mentes una terrible infancia tratados como verdaderos enfermos mentales difícil de digerir y olvidar.
En 1990, 3000 sobrevivientes formaron un gran grupo para iniciar una campaña, se llamaban así mismos, “los huérfanos de Duplessis“, responsabilizaron al gobierno y a la iglesia, como también al colegio de médicos de Quebec, de los múltiples abusos y torturas a que fueron sometidos.
 Como siempre, el gobierno de Quebec sólo ofreció unas ridículas indemnizaciones… que no incluyeron compensación alguna para las víctimas de abusos sexuales. ¿Y la “iglesia” católica? Lo de siempre… aplicó la “ley del silencio” y la negación.
 Así, la historia de los huérfanos Duplessis parece el guión para una película de terror (que se rodó en 1997) pero es real, como real es la corrupción e iniquidad de la gran mentira vaticana.

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