Expresiones cotidianas

Seguimos con dichos cotidianos que solemos utilizar bastantes, unos mas que otro, pero no sabemos su significado.



 Consultar con la almohada: Meditar el tiempo necesario antes de concretar un negocio o de tomar una decisión crucial, referido obviamente a las horas de la noche, cuando uno se acuesta y antes de dormirse, reflexiona sobre cuestiones de su vida.

 Contigo pan y cebolla: Es una frase propia de la relación amorosa, por la que se manifiesta que, por el solo hecho de estar juntas, dos personas se conforman -metafóricamente- con comer únicamente estos dos elementos, que suelen ser baratos para cualquier bolsillo.

 Contra viento y marea: Luchar contra la adversidad, comparando la acción con la lucha del marino que se enfrenta una tempestad en la que tiene en contra al viento y a la marea.

 Correr con el caballo del comisario: Contar con ayuda oficial para obtener resultados positivos en algún asunto. En las antiguas carreras de caballos (cuadreras) había una de las competencias dedicada al comisario del pueblo, cuyo caballo invariablemente "ganaba" la prueba.

 Cortados por la misma tijera: Expresión familiar que se aplica a dos personas de idéntico carácter y del mismo parecer, que suelen compartir defectos y virtudes, al igual que las telas cortadas juntas por el mismo patrón o molde.

 Cortar el bacalao: Ser el que manda en una sociedad o cualquier grupo de personas. El bacalao fue, durante mucho tiempo, un elemento básico en la alimentación de los pobres, por eso, la misión de cortarlo era reservada a los jefes de familia.

 Cortar por lo sano: Significa erradicar lo malo, lo insano de una cosa. Cuando una planta está enferma, se corta la rama desde la última parte que permanece sana y de esta manera se asegura que lo enfermo será extirpado.

 Costar un huevo: Ser algo excesivamente caro, como si al hombre le costara uno de sus testículos, y todos sabemos lo que eso significaría.

 Costar un ojo de la cara: Ser algo muy caro, excesivamente costoso, tanto que para pagarlo habría que entregar uno de los ojos.

 Costar un triunfo: Lograr algo luego de muchísimo esfuerzo. La expresión está tomada del juego de naipes en donde se llaman triunfos las mejores cartas que permiten ganar una mano.

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