Dichoso los dichos

Ahí van alguno.....


 El Diablo hace la olla, pero no la tapa: Advertencia a aquellas personas involucradas en un escándalo, por la que se aclara que una vez que se halla envuelto en él, no es fácil ocultar la relación, tal como sucede con una olla a la que no se le ha colocado la tapa y todo lo que contiene está a la vista.


 El éxito tiene muchos padres; el fracaso es huérfano: Cuando se logra un triunfo, muchas son las personas que se adjudican el mérito de haberlo obtenido, pero cuando sólo se consigue un fracaso, nadie reclama su autoría.

 Maquiavelo fue el creador de esta famosa frase "El fin justifica los medios", la cual resume su doctrina política.

 El que quiera celeste que le cueste: Se aplica para justificar lo difícil de una empresa. La comparación surge con el viejo prejuicio de las tradicionales familias europeas de la inmigración, de considerar el nacimiento de un varón (por eso, el celeste) más productivo que el de una niña.

 El que quiera pescado que se moje el culo: Aquel que quiere obtener un logro o algo importante en su vida, debe esforzarse llegando incluso hasta el sacrificio. La comparación surge de la costumbre de pescar en los ríos con el agua hasta la altura de las nalgas, o bien, sentado en la playa, con lo que, en ambos casos, es inevitable mojarse las posaderas.

 El que se quemó con leche cuando ve una vaca llora: Es una frase que destaca la mala experiencia de una persona que con algo por eso debe canalizar bien para no errar de nuevo.

 El que se va sin que lo echen, vuelve sin que lo llamen: Cuando una persona renuncia de un cargo, sin haber tenido problemas, se dice que «se fue por la puerta grande», lo que le permite volver cuando lo desee y ser bien recibido.

 El zorro pierde el pelo pero no las mañas: El zorro tiene la característica de padecer la caída del pelo y tan importante es esta particularidad que la enfermedad, en el hombre, se llama alopecia, tomada del griego "alops: zorro". La frase explica también que, por más que este animal pierda su pelaje, sus costumbres y mañas permanecerán inalterables. Lo propio sucede con el hombre.

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